3ª Selección Vinos Rarabanda
El sueño que se hizo realidad en 2020 sigue más vivo que nunca, los chicos de “A la Volé” soñamos con crear una “Banda” de locos del vino y nació Rarabanda.
Rarabanda es nuestra apuesta por los “pequeños grandes” productores de vino que tenemos en nuestro país, un proyecto a través de cual creamos cada añada varios vinos que posiblemente nunca se repitan, dando protagonismo a personas con mucho talento, a viñedos singulares y variedades autóctonas
Hoy os presentamos 6 nuevos vinos únicos elaborados solo para este proyecto. En esta ocasión viajamos hasta el Priorat, a Chiclana, a Gredos, a Bullas, a la Terra Alta y a Tenerife. Blancos, tintos, rosados, elaborados en barrica, en ánfora, en damajuna… 6 nuevas regiones vinícolas, 6 nuevas variedades de uva, 6 de las mejores “pequeñas grandes” bodegas del país. Toda una lección didáctica sobre vino en sí misma
Primitivo Collantes
Primitivo Collantes es una bodega familiar con 180 años de historia, que a diferencia de muchas de las bodegas de la región, siempre se ha caracterizado por no comprar uva ni vinos terminados a nadie, solo produce vinos a partir de las 39 hectáreas de viñedos propios, 20 hectáreas en la finca Matalian y 19 hectáreas en la de Pozo Galván, en Chiclana de la Frontera (Cádiz), perteneciente a la Denominación de Origen del vino de Jerez. Elaboran vinos blancos en la IGP Tierra de Cádiz, generosos en la DOP Jerez y Vinagres.
Este nuevo vino Rarabanda es algo diferenciador, un vino reivindicativo, un vino que se balancea entre la historia y el futuro, un vino que procede una región como Chiclana de la Frontera, donde en 1892 se contaban con 3.725 ha de viñedo y actualmente son poco más de 100 ha las que quedan en producción. Una región perteneciente a los vinos de Marco de Jerez pero solo autorizada como “zona de producción” y por tanto sin el derecho a mostrar en sus etiquetas la mención Jerez-Xérès-Sherry. Si los vinos de Jerez sufrieron una catastrófica crisis que estuvo a punto de llevárselos por delante, podéis imaginaros lo que debe de haber sufrido Chiclana para sobrevivir.
El valor y reconocimiento que merece Primitivo Collantes como gran estilete de esa pequeña región en extinción, va mucho más allá, no se ha limitado a perdurar, sino que ha realizado una enorme apuesta por recuperar las antiguas elaboraciones de la bodega e incluso una uva autóctona prácticamente desaparecida, la uva Rey, un varietal olvidado por los productores de uva debido a su reducido rendimiento en una región donde la uva se paga por kilo, y porque tiene un ciclo vegetativo muy largo, dado su grueso hollejo, que lleva a vendimiarlo a finales de Octubre, esto obliga a tener abiertos los lagares hasta el mes de noviembre cuando la palomino suele estar vendimiada a primeros de septiembre. Estos 2 factores llevaron a sustituir esta variedad de uva por el anodino y productivo clon californiano de la Palomino
Chiclana, la uva Rey y Primitivo Collantes tenían que formar parte de Rarabanda, lo harán en esta 3ª Selección con un vino que nos encanta, un vino absolutamente singular. Procedente de la viña Matalian una finca costera, limítrofe a la bahía de Cádiz (Mar Atlántico), sobre suelos calcáreos de Albariza. Ensamblaje de 60% uva Rey de la añada 2018 y un 40% Palomino Fino de la añada 2019. Fermentación de los mostos en bota, sin encabezar (no alcoholizado), graduación de solo 12,5 %. Crianza posterior en las mismas viejas botas, llevando la capacidad de vacío hasta arriba, es decir dejándolas completamente llenas, para que no haya interacción y ninguna opción de formación de velo de flor. Por tanto estamos ante un vino sin crianza biológica, sin velo de flor
Es un vino con gran frescura, con aires del sur, tensión, “juguetón y con punch” como dice Primi y sobre todo cargado de personalidad, con enorme potencial de evolución y muy gastronómico
Suertes del Marqués
Hace 25 años cuando empezábamos en el mundo del vino, los vinos de Canarias no estaban dibujados en el mapa de los vinos nobles, normalmente estaban asociados a elaboraciones comerciales para atender la demanda del turismo que llegaba hasta las islas. Quien realmente fue la primera bodega que puso en valor la calidad de los vinos tinerfeños, al menos para nosotros, fue Suertes del Marqués.
Nos hacía mucha ilusión sumar a la familia Rarabanda un vino canario, Suerte del Marqués tenía que ser su creador
Hablamos de una pequeña bodega familiar nacida no hace mucho (2006). Ubicada en el norte de la isla de Tenerife, concretamente en el Valle de la Orotava, y dentro de ella en el municipio del mismo nombre. Es una región con un patrimonio vitivinícola que se remonta a cinco siglos atrás, por la filosofía de Suertes del Marqués desde su origen ha sido la conservación y respeto de esa tradición, con una apuesta por el empleo de variedades autóctonas (listán negro, listán blanco, vijariego negro, tintilla, listán, baboso negro…) y por el uso de sistemas de conducción tradicionales como las espectaculares parcelas plantadas en cordón trenzado
Cuentan con 11 hectáreas de viñedo en propiedad situadas en altitudes que van de los 300 a los 750 metros y trabajan otras 15 hectáreas de viticultores locales. Muchas de ellas viñas centenarias y plantadas en pie franco, sobre suelos de una base volcánica y proporciones variables de arena y arcilla
El gran artífice de este proyecto es Jonatán García, un hombre apasionado de su trabajo y un grandísimo conocedor del mundo del vino a pesar de su juventud. Jonatan, junto con la participación del gran enólogo portugués Luis Seabra, y todo su equipo, ha llevado a esta bodega a convertirse en una referente del vino a nivel mundial
El vino que ha surgido de la unión entre Suertes del Marqués y “A la Volé” tenía que ser un Listán Negro procedente de una pequeña parcela en el Pago de las Suertes llamada los Trujillos, trabajada en viticultura ecológica, en suelos francos arcillosos y origen volcánico. Despalillado, fermentación y crianza en depósitos de hormigón durante 10 meses. Añada 2020
Un vino de enorme tipicidad que nos hace viajar al atlántico, donde detrás de la alegre fruta fresca que despunta, se vislumbra una elegancia, mineralidad y elegancia que nos fascinan. Un de esos vinos que te invitan a abrir botellas y más botellas
Frisach
En la web de esta pequeña bodega se puede leer “Celler Frisach nace para reivindicar la humildad, el campesinado, la viticultura y Corbera d’Ebre.” Poco más sustancial hay que decir para describir este extraordinario proyecto que todo el mundo debería conocer
Viajamos hasta la Terra Alta, una pequeña región del interior de Tarragona, absolutamente vinculada a la viticultura y al vino, y que sin embargo es más reconocida por su triste pasado bélico al haber sido el epicentro de la devastadora batalla del Ebro, que por la consecución de flamantes vinos triestrellados.
La familia Frisach lleva unida a la Terra Alta y a la agricultura más de 200 años, pero no fue hasta 2009 cuando los hermanos Joan y Francesc se lanzaron a elaborar y comercializar vinos elaborados a partir del viñedo familiar alrededor del pueblo de Corbera d’Ebre, centrándose solo en variedades autóctonas de la región como la Garnacha Blanca, Vernatxa Peluda, Garnacha Fina, Cariñena… y aplicando una viticultura ecológica
El vino que los hermanos Frisach ha creado para Rarabanda, es un fiel reflejo de su tierra, de su tradición y de sus suelos. Será la mejor manera de sentir para muchos el verdadero potencial de la Terra Alta y particularmente de este vigneron
Elaborado al 100 % con la variedad autóctona Vernatxa Peluda, surgida de una parcela muy especial para la familia, llamada el Molí de la Vila, donde se ubicada un antiguo molino que fue destrozado por los intensos bombardeos durante la Batalla del Ebro. Francesc Ferré, padre de la actual generación, se dedicó no solo a recuperar las piedras en ruinas de ese viejo molino, para de reconstruirlo, sino que además hace 27 años, allí plantó una viña (de la surge este vino), con la ayuda de sus hijos (niños en el aquel momento) y que hoy convierte el fruto de la misma en vinos tan especiales como este os presentamos
Suelos de limo y piedra calcárea, donde la proporción de arcilla es mucho menor que en la mayoría de los viñedos de la región, esto hace que el agua de la escasa lluvia que cae en la zona, baje hasta la profundidad obligando con ello a la planta a ahondar para encontrar esa agua. Esto aportará a los vinos una singular acidez y frescura, además de un carácter mineral
La diferencia con la garnacha tinta (o fina como se llama allí), es que en el reverso tiene tricomas (pelos) esto en las épocas de calor evita la pérdida de agua de la planta, por ello son plantas adaptadas a los climas del Mediterráneo, aporta vinos más finos (aunque el nombre de peluda suene poco delicado) y graduaciones más compensadas que la garnacha tinta
La uva entra entera en la bodega (sin despalillar), se pisa y pasa a fermentar y criar en barricas de 500 l usadas durante casi 2 años. Añada 2019
Fino, elegante, con buena acidez y estructura, frutal, intenso y muy largo en boca. Un fantástico vino con largo recorrido por delante
Orly Lumbreras
Orly es uno de los grandes amigos que la vida nos ha puesto en el camino, un tío que nos ayudó años atrás a enamorarnos si cabe más del mundo del vino a través de ese programa radiofónico en Radio 3, “Placeres Mundanos”, que él conducía de forma brillante, en el que consiguió unir 2 disciplinas tan románticas como la música el vino.
Orlando nos recuerda mucho a nuestra propia historia (aunque él 3 pisos por encima), soñadores llegados de mundos diferentes que acaban atrapados por el Vino y tratan aprender e introducirse en sus entrañas más y más profundo. Esto a él le llevo a matricularse en la Escuela de la Vid de Madrid y estudiar Enología y Viticultura. En 2012 sus pasos le llevaron hasta Gredos, primero a un pequeño majuelo en Navarredondilla, después a Cebreros y finalmente a Navalmoral de la Sierra, todos ellos pueblos de la provincia de Ávila. En Navalmoral echó raíces, allí se enamoró pronto de sus pequeños majuelos de garnachas viejísimas a más de 1.000 metros de altitud, sus seductores paisajes y el carácter de sus gentes. Esa altura, esas joyas en forma de viña, esos suelos graníticos, le están permitiendo moldear su propio sueño de crear vinos seductores, elegantes, expresivos, honestos y personales, que regalen la personalidad del terruño de la Sierra de Gredos
Allí surge el vino que elaboramos con el maestro Lumbreras para esta 3ª Selección Rarabanda, por supuesto la Garnacha sigue siendo la protagonista, pero en esta ocasión teníamos que hacer algo especial y diferente. El vino es un Rosado de añada 2020, surgido a partir de 2 pequeñas parcelas de 70 y 75 años de antigüedad, en paraje de la Gesilla en el pueblo de Navalmoral de Sierra, a 1.090 metros de altitud, suelo granítico descompuesto
Maceración cortísima de solo 1 hora, prensado y fermentación en barrica de 225 l de roble francés, donde permaneció con sus lías 9 meses
Un estilo de vino rosado nunca elaborado en esta región, en palabras de Orly “es un vino que tenía que surgir en un año tanto particular y con historia como 2020, un vino que te golpea en el cerebro y te hace un clin como las bolas del pinball”
Julia Casado
Julia es una mujer valiente y polifacética, cuando tenía 20 y estaba estudiando ingeniería técnica agrícola, sitió que lo que realmente la tiraba era la música, así que dio el primer gran cambio a su vida, viajó hasta Alemania para formarse y tratar de convertirse en una gran violonchelista. Después de algún tiempo, las dificultades con el idioma y la exigencia del sistema, decidió retornar a España y terminar sus estudios de ingeniería
Un curso de desarrollo rural en La Habana (Cuba) cambió su relación con la música y con la agricultura. La empujo a acabar su diplomatura de violonchelo en Frankfurt y a estudiar enología en la Universidad Miguel Hernández de Elche
A partir de aquí comenzó varios stages en bodegas nacionales e internacionales, desde Vega Sicilia, a Josef Biffar en Alemania, Ortega Fournier en Mendoza y ya en su tierra paso en Jumilla por Hacienda del Carche, Casa de la Ermita y Casa Castillo
En ese momento decidió que debería emprender un proyecto personal y se fue al noroeste de la Región de Murcia, a Bullas, donde pudo encontrar viñedos viejos plantados en altitud, a 700 u 800 metros, y en los que la variedad principal era la Monastrell, “La del Terreno” como la llaman los viticultores murcianos. Así termino llamándose su proyecto y su vino bandera
Estamos ante una productora absolutamente artesanal, microproducciones a partir de pequeñas viñas, que elabora en una pequeña bodega modular de 66 metros cuadrado, trasportable y eficiente energéticamente
El vino que hemos creado con Julia para la Rarabanda, surge a partir de una pequeña parcela situada en el pueblo de Moratalla (Murcia), una viña solitaria a 1.200 metros de altitud en el paraje denominado Sierra de la Fuente Benamor, sobre suelos franco-arenosos. Cepas conducidas altas con la vegetación recogida sin despuntar. Viticultura tradicional sin el uso de químicos de ningún tipo
Fermentación y crianza una parte de esa uva en tinaja de barro y la otra en una barrica vieja del maestro Thierry Puzelat durante 10 meses. Posterior se descuban y se ensamblan ambos vinos. Levaduras indígenas, no filtrado, no clarificado y una vinificación nada tecnológica ni intervencionista
El resultado es una Monastrell (o Mourvedre) 100 % que da muestras de su tipicidad y origen sureño, pero a su vez es sorprendentemente fresca, ligera, sabrosa… capaz de transmitir sencillez, pureza y sobre todo emociones (que difícil es conseguir esto último)
Sara Pérez
Sara Pérez es, sin duda es uno de los nombres más destacados del panorama vinícola español. Proviene de una de las familias más conocidas en Priorat, los Pérez Ovejero. Su padre José Luis Pérez fue uno de esos locos que llevaron a cabo la revolución del Priorat en los años 80
Sara junto con René Barbier Jr. (hijo de otro de los “padres” del Priorat actual) lideran la bodega Venus la Universal, su proyecto personal, pero son creadores irreversibles y participan en otros proyectos familiares y personales como Mogador, La Vinya del Vuit, Partida Bellvisos y Mas Martinet
Mas Martinet fue junto a las otras 4 bodegas conocidas popularmente como los cinco magníficos (Rene Barbier, Alvaro Palacios, Daphne Glorian y Carles Pastrana), los auténticos impulsores del renacimiento de los vinos del Priorat. Martinet fue el sueño y proyecto de vida de Josep Lluís Pérez y Montse Ovejero, hoy su hija Sara y el resto del equipo son los que siguen avivando el mito
En Mas Martinet, en el Priorat, en esa pequeña región montañosa situada en la provincia de Tarragona, en esa tierra donde el paisaje de pendientes de pizarra (llicorella) y el vino han ido de la mano a lo largo de siglos atrás, donde ya en tiempos de los romanos se elaboraban vinos en esa comarca y donde los monjes cartujos impulsaron el cultivo de la vid en toda la región, es donde surge el 6º vino de esta selección Rarabanda
Sara es capaz de elaborar fantásticos y reconocidísimos vinos en sus distintos proyectos, comprometida con la tradición y con la historia de su familia y entorno, pero si algo hay que nos atrae especialmente de ella es su necesidad de innovar, de jugar, de ir más allá, de no conformarse… Basándose en un enorme esfuerzo en el viñedo aplicando una viticultura sostenible y ecológica, experimentan con distintos suelos, variedades de uva, con distintas elaboraciones, con pieles, con maceraciones largas, cortas, con raspón o sin él, en madera, en cemento, en cristal, en barro… siempre buscando singularidad, tensión, elegancia y complejidad
Necesitábamos hacer un vino con una persona tan inquieta, tan auténtica, tan pasional. Así surgió este vino tan singular. Es el fruto de las experimentaciones que Sara y Martinet realizan cada añada, es un ensamblaje absolutamente inédito, que nadie posiblemente haga en el mundo: 3 vinos, el primero es un Pedro Ximérez macerado con pieles sin raspón durante 15 días, el segundo una Garnacha Blanca macerada con pieles sin raspón durante 10 días y el tercero lo que denominan un vino “virgen” de Garnacha Tinta que se pisa, se presa y fermenta sin pieles ni raspón en depósitos de acero inoxidable. A partir de aquí los 3 vinos por separado entran en crianza en damajuanas de cristal llenas completamente (5 meses), en marzo se vacía 1/3 de la misma y en poco tiempo surgió velo, continuando entonces la crianza bajo velo de flor hasta el mes de septiembre (6 meses más). En ese momento los 3 vinos se ensamblan y embotellan a primeros de noviembre
La uva proviene de 2 parcelas distintas, trabajadas en viticultura ecológica, plantadas en coster y suelos de llicorella. La de variedades blancas está orientada al suroeste y la de tinta al sur
Sin sulfuroso añadido
Añada 2020, un año durísimo en Priorat y particularmente en Mas Martinet donde solo pudieron vendimiar un 14 % de su producción anual, el mildiu hizo estragos
Es un vino absolutamente diferente, un vino de Priorat ensamblaje de variedades blancas y tintas, criado en damajuana y bajo velo de flor ya muestra a las claras su singularidad. Pero cuando os lo llevéis a la boca sentiréis por que es tan especial… sapidez, amabilidad, longitud, salinidad??, profundidad… Nos encanta. Eso si avisamos, la Pedro Ximénez se redujo mucho durante toda la crianza, no os dejéis asustar por la primera impresión olfativa, dejarle algo de tiempo, airearle un poco cuando lo descorchéis y simplemente disfrutarlo
Seguimos con nuestro compromiso inicial de ofrecer de vinos absolutamente accesible en precio, solo 15 € por botella (aunque como os podéis imaginar su precio de mercado es mucho mayor), incluyendo además el Envío Gratis a vuestro domicilio (destino peninsular). 90 € los 6 vinos.