Les Freres Mignon es uno de los proyectos más atractivos dentro de la nueva ola de jóvenes productores que inunda en este momento la Champagne.
Es una nueva bodega que pusieron en marcha los jovencísimos hermanos Florent y Julien Mignon, descendientes de una familia vinculada a la viña y a la elaboración de champagne desde varias generaciones atrás. Su bisabuelo ya producía sus propios champagnes, pero en las últimas décadas se habían limitado únicamente a la venta de uva a la cooperativa de Cramant. La preparación y formación que atesora esta nueva generación, la pasión que estos tenían por el mundo del vino y enorme potencial de los viñedos de los que eran propietarios, les llevó a construir una nueva bodega en 2015 y a comenzar de nuevo a elaborar sus propios champagnes a partir de la añada 2016.
Poseen 5,5 ha de viñedo muy viejo, con una edad media de 50 años y la mayoría plantado por selección masal. El corazón del mismo (el 90 %) se encuentra en la noble Cote de Blancs, concretamente en los pueblos Grand Cru de Avize y Cramant (donde se ubica la bodega) y en el Cuis (Premier Cru), todas ellas plantadas de Chardonnay. Además, poseen algunas parcelas (10 %) de Pinot Noir en el histórico pueblo Premier Cru de Cumieres.
Su padre ya abandonó el uso de herbicidas en su viña en el año 2000. Actualmente han ido mucho más allá, eliminando completamente el uso de productos químicos y llevado a cabo una viticultura orgánica en todas sus parcelas.
En cuanto a la elaboración es sencilla, poco intervencionista, pero consiguen un nivel de precisión y pureza poco habitual en sus vinos. Después del prensado, el mosto se trasvasa a roble francés (barricas de 225 l y semi-muids de 600 l), donde los vinos realizan una fermentación natural con levaduras indígenas y posteriormente envejecen en el mismo depósito alrededor de 1 año. A partir de aquí el vino se embotella y realiza una crianza con sus lías entre 2 y 5 años en botella (en función de cada cuvee) antes del degüelle y lanzamiento.
El resultado como antes apuntábamos son champagnes de una increíble pureza y precisión, muy champenoise, sin maquillajes, directos, frescos, minerales, con un potencial de desarrollo en botella fantástico. El soberbio viñedo viejo que hay detrás de estos vinos los dota de una complejidad y profundidad extraordinaria.
Estamos ante uno de esos productores que escribirá bonitas páginas del futuro de Champagne.