Benoit Marguet, el actual propietario de Champagne Marguet Pere et Fils es uno de esos productores jóvenes, con las ideas muy claras y un potencial tremendo, que a buen seguro dará mucho que hablar en los próximos años.
La bodega y el grueso de su viñedo se encuentran en Ambonnay, en la cara sur de las Montañas de Reims, pueblo calificado como Grand Cru y uno de los más reconocidos de toda la región de Champagne, donde la Pinot Noir domina el viñedo.
Historia
La historia de Champagne Marguet se remonta a 1850 cuando Emile Marguet ya estaba produciendo champagne. El 1883 Emile fue uno de los primeros productores en injertar sus mejores viñedos con portainjertos americanos ante la inminente llegada de la Filoxera. Por el lado de su madre, Benoit también tiene historia vinícola, ya que su tatarabuelo fundo Champagne Bonnevare Freres en 1905.
En 1973 sus padres crearon Champagne Marguet Bonnevare y en 1991 constituyeron un sello “negociant” llamado Marguet Pere et Fils (inicialmente Charles Marguet). En 1999 Benoit Marguet comienza a trabajar en la elaboración de ambas marcas y en 2005 se hace cargo formalmente de Marguet Pere et Fils.
Viñedo
Actualmente cultivan un total de 8,5 ha, la mayoría en el Grand Cru de Ambonnay y una parte en el pueblo vecino de Bouzy (también calificado como Grand Cru). Además compran entre un 10 y un 20 % más de uva básicamente Premier Cru en pueblos como Cumieres (Valle del Marne) o Chigny les Roses y Villedommange (Montañas de Reims).
Todos sus viñedos se cultivan basándose en la agricultura Biodinámica y el arado de los mismos se lleva a cabo exclusivamente con 2 caballos que incorporaron a la explotación en el año 2009.
Una buena parte de los vinos realizan la fermentación alcohólica y maloláctica en barrica, una vez acabada ésta se trasiegan y pasan a depósitos de acero esmaltado. A Benoit le gusta la complejidad que aporta a los vinos la fermentación en barrica, pero prefiere realizar su crianza en tanques de acero.
Al igual que en el viñedo, en bodega todas las prácticas se realizan basándose en pautas biodinámicas, siguiendo el calendario lunar (tanto los trasiegos, el embotellado, el degüelle,…)
La utilización de azufre cada vez es menor, desde 2012 el 80 % de su producción es sin azufre añadido.
Los dosages de todas sus cuvees también son mínimos, extra brut (menos de 6 gr.) en la mayoría de los casos.
75.000 botellas al año.
“Viñedos de Grand Cru, en Ambonnay, con un trabajo meticuloso siguiendo practicas Biodinámicas y el arado exclusivamente con caballo. Mínima intervención en bodega con limitadas dosis de sulfuroso añadido y dosaje. Pero sobre con el talento de un joven vigneron, inquieto, siempre experimentando para tratar de extraer lo mejor del terruño en el que su familia ha estado trabajando durante al menos 5 generaciones atrás”.
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