La familia Parmantier son viticultores desde 1683 y poseen una extensión de viñedo de 10 ha. repartidas entre 2 pueblos de la Montaña de Reims, Merfy en el Macizo de Saint Thierry (la región más al norte del viñedo champenoise. Muchos lo conoceréis por Chartogne Taille) y el Premier Cru Chamery (cuna de una gran generación de jóvenes vignerons encabezada por Thomas Perserval).
Stephane Parmantier y su hermana Celia decidieron dar un paso más y no simplemente como sus generaciones precedentes, limitarse a producir uva y venderla a las grandes casas. Llevaron a cabo un cambio drástico en la historia familiar, primero en el propio viñedo, apostando por la conversión total de su viña a orgánico primero y a biodinámico desde 2019 con certificación Demeter. Aquí no hay un simple eslogan comercial, aquí hay un verdadero estilo de vida.
No solo vamos a encontrar biodinámica en su viñedo, aquí hay mucho más y todo llevado con detalle y meditación. Algunos ejemplos son la Vitiforestería, que consiste en la plantación de árboles en los márgenes y/o en el interior de las parcelas que entre otras cosas generará biodiversidad y una regulación de la temperatura por las sobras que provocan…; el no despuntado continuo de las cepas con medios mecánicos, sino trenzado manual de las ramas; cultivos de cobertura en las calles; gallinas y ovejas viviendo en las viñas de otoño a primera; la apuesta por trabajar en algunas de sus parcelas solo con nutrientes y tratamientos naturales a base de plantas, miel suero… sin en el empleo ni siquiera de azufre ni cobre.
Su estilo de elaboración es de mínima intervención, pero con una precisión, limpieza y control fuera de lo común. Con una bodega construida en distintas alturas, basado en un concepto de permacultura, donde el tejado es un jardín natural y todos los movimientos del vino se realizan por gravedad. Fermentación y crianza en barricas de roble, levaduras autóctonas, no filtrado, no clarificado, ni ningún otro aporte enológico, tampoco SO2. No utilización siquiera de levaduras seleccionadas para el tiraje, si no que este realiza con mosto natural de la añada siguiente (Tirage sur mout). Todos sus champagne se degüellan “A la volée”.
Por el momento se han limitado a elaborar pequeñas cantidades de apenas 1.000 o 1.200 botellas de cada uno de sus champagnes parcelarios, y el resultado son vinos de enorme complejidad, dotados de precisión y elegancia.
Esta es una rueda a seguir, estamos completamente seguro que será otro de esos vignerons de los que todo el mundo hablará en pocos años. Uno de los mejores importadores de vinos en Japón nos habló de este vigneron utilizando la expresión: “Parmantier es el nuevo Jerome Prevost”. Ahí queda…